Senya Blanca, la primera casa, y la loggia, un símbolo arquitectónico
Recibió este nombre porque era un punto de referencia para los barcos y pescadores que se acercaban a esta costa, llena de piedras y acantilados.
La extraordinaria y elegante loggia de la «Senya Blanca», construida más tarde por el arquitecto Francesc Folguera en sus jardines, de estilo clásico italiano, se ha convertido en un símbolo genuino y una pieza indispensable de la distinguida arquitectura propia de S’Agaró.
La extraordinaria belleza de su sencillez, el lugar donde se erige, y los años de felicidad proporcionados a la familia Ensesa, han sido la cuna del inmenso sentimiento de ilusión que hizo posible la creación de S’Agaró.
PANEL 03
03.1 Senya Blanca, la primera casa
La casa la proyectó el arquitecto Masó para Josep Ensesa Gubert durante el otoño de 1923, y en noviembre empezó la construcción. Con la Senya Blanca, el arquitecto creó el prototipo para el resto de edificaciones de la futura urbanización.
Contiene todos los elementos de su lenguaje constructivo y decorativo: cubiertas de teja árabe con una boardilla, muros encalados con zócalos de piedra irregular, terrazas con aleros voladizos, cornisas con decoración dentada… También rejas y barandillas exteriores de forja, carpintería con relevos o acabados geométricos para las aperturas y barandillas interiores, recubrimientos de cerámica vidriada policromada de la Bisbal d’Empordà y columnas con barro negro de Quart.
Con estos elementos, arquitecto y promotor quisieron evocar simbólicamente la nobleza de las masías y proyectar los valores tradicionalistas de sus creadores y de los nuevos propietarios.
03.2 La loggia, un símbolo arquitectónico de S’Agaró
El arquitecto Francesc Folguera reformó y amplió la «Senya Blanca» a finales de los años cuarenta y principios de los cincuenta, con la construcción de la loggia y la piscina.
La loggia, de tipo brunelleschiano, tiene una planta rectangular y una construcción completamente simétrica. Los muros longitudinales están formados por siete arcadas de medio punto que reposan sobre columnas de capitel clásico que reposan, a la vez, sobre un alto basamento que queda unido mediante un zócalo de piedra al muro sobre el mar. En cada lado de las arcadas se abre una puerta libre, coronada con un frontón triangular. Las paredes laterales también tienen una apertura coronada con un frontón triangular. El tejado es de tejas rojas en las cuatro vertientes.
Todo el conjunto está hecho de bloques de piedras muy bien bruñidas que, al mismo tiempo que le dan seriedad al conjunto, le proporcionan un marcado toque de elegancia clásica. La obra fue ubicada al jardín de la residencia, como mirador. Pronto, pero, se empezaron a celebrar recitales de música, hoy consolidados en el Festival Internacional de Música de S’Agaró.
03.3 Senya Blanca, hoy
La Senya Blanca se conserva en buen estado aunque ha pasado por algunas reformas, algunas incluso realizadas por el propio Rafael Masó. Pese a las reformas, ha mantenido una apariencia muy parecida a la original.
Una de las partes más reformadas fue la fachada norte. Se sustituyó la estructura por un habitáculo de apariencia similar a la del porche, aunque este solo presentaba una puerta y una ventana. Finalmente, el arquitecto cerró el área que había entre el pórtico y el habitáculo. Los dos cuerpos pasaron a formar un único cuerpo. El porche presentaba arcos de medio punto; el espacio central, tres ventanas rectangulares recorridas por una jardinera con decoración cerámica verde y amarilla en zigzag, y el habitáculo presentaba una puerta de medio punto y un ventanuco.
El chalet continúa perteneciendo a la familia Ensesa.